Algunos amigos van a votar en blanco porque a pesar de comulgar con el Ideario de Unidad del PDA, no creen que el candidato actual lo represente de manera adecuada. Esto me ha hecho reflexionar sobre lo que representa el voto blanco en términos generales, y lo que representa para una partido político que algunos de sus simpatizantes-militantes no sigan la decisión del partido sino la de su voluntad individual.
En Colombia sólo unos pocos descontentos votan en blanco, pero considerando la cantidad de votos en blanco que se pudieron recoger en las elecciones del pasado marzo, se puede ver que los descontentos podrían, si se organizarán, tener un buen número de representantes. En España se dio un proceso de organización de partidarios del voto en blanco que al ganar escaños en los diferentes espacios los dejan vacíos y donan sus sueldos a campañas de promoción de la democracia. La adopción de tal posibilidad tiene ya una larga historia, pero sólo ha sido efectivo en Colombia en algunos casos a nivel municipal, donde las elecciones han tenido que repetirse con nuevos candidatos cuando el voto en blanco ha sido mayoritario. El voto en blanco no funciona de la misma manera en todos los países, pero en Colombia sí cuenta a la hora del cálculo del cociente electoral. En algunos países los tarjetones no marcados se consideran como votos en blanco, en nuestro caso no es así. Sin embargo en todos los países en los que se cuenta con esta opción, la libertad de opinión es garantizada a tal punto que se puede estar en desacuerdo con todos los candidatos.
Al respecto hay que señalar que tales desacuerdos, aunque probablemente se expresen mejor que los acuerdos, no tienen voz aunque tengan voto. No participan en los debates y realmente a muy pocos candidatos les preocupa que el voto en blanco tenga más votos que ellos mismos. Sus defensores tienen desventajas frente a los demás votantes como el hecho de no tener reposición monetaria por cada voto en blanco depositado, -quizá porque no hay quien devolverle ese dinero-, y el derecho a ser escuchados por la opinión pública es claramente minimizado. Si los defensores del voto en blanco participaran en los debates seguramente estos se transformarían internamente y las posiciones de los demás candidatos se cualificarían.
Como los votantes que optan por el voto en blanco no están organizados, este tipo de garantías difícilmente serán posibles, y alguno de los candidatos presente en la contienda electoral ha de ser mejor que los demás.
Ahora bien, cuando un partido decide votar en blanco en vez de votar por alguno de los candidatos que no pertenecen a su partido (por ejemplo en los sistemas como el colombiano con segunda vuelta presidencial), su decisión es apropiada y valiente, y coopera en la realización de una democracia pluralista. Pero cuando desde el interior mismo de un partido de tendencias, una de ellas decide apartarse de la decisión principal del partido y va a votar en blanco porque su candidato no los representa la discusión se pone en otros términos.
La cuestión se dirige hacia la unidad partidista. ¿Qué tipo de unidad es la de un número de tendencias que no miran hacia el mismo lado? ¿Hasta dónde cabe esto dentro de una estructura democrática al interior de un partido? Me resulta loable en términos políticos, tal es la evolución y el respeto a los principios que ha alcanzado una organización como el PDA que acepta una disidencia que habla quizá anticipadamente en primera en el lenguaje en el que debe hablar en segunda. Las distancias que se han creado con los dos posibles candidatos de la segunda vuelta harán que el voto en blanco sea la única opción ética y política para el PDA al momento de afrontar qué proyecto escoger para los próximos cuatro años.
http://www.terra.com.co/elecciones_2010/votebien/html/vbn107-que-es-el-voto-en-blanco.htm
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